capítulo 1

 Suena el timbre en el instituto. Todos los niños salen disparados de sus clases. Los grupos de niñas cotilleando se empiezan a formar en las esquinas y los profesores intentan librarse de los alumnos preguntones disimuladamente.
 En el pasillo va quedando menos gente, ya pasan las limpiadoras a recoger los papeles y, en ese momento es cuando Claudia sale de su clase. Ella se encarga de abrir y cerrar la clase, y ese día nadie la espera, o eso es lo que ella cree.
 Llega a la parada del autobús y se sienta en uno de los bancos. Empieza a refrescar así que se pone el abrigo, no le gusta salir de clases a las 5 de la tarde, ¡no tiene tiempo para hacer sus cosas! y encimas ahora, tiene que ayudar a sus padres en la tienda.
 Se sube al autobús, . La anciana que hay sentada en el primer asiento la reconoce. Es la hija del señor Stradivarius, el dueño de la tienda de música.
-¿Perdona, tu padre es el dueño de la tienda de musica?
 Claudia que estaba inmersa en sus pensamientos, con los cascos puestos, y escuchando música con su Ipod, no la escucha. La mujer repite la pregunta sin obtener respuesta. Al final decide darle unos golpecitos en la espalda para que despierte.
- Ah... perdón. Si, soy yo.
- ¿Y qué tal va la tienda ultimamente? No suelen entrar muchos clientes...
- Bueno... es verdad que ahora hay menos dinero, y además han abierto una tienda e instrumentos enfrente que nos esta quitando clientes de toda la vida, y no lo entendemos.
- Que pena, porque tu familia lleva cuidándola durante muchos años ¿no es así?
-¿Está usted insinuando que la tienda va a cerrar? Eso no va a ocurrir, mi familia está trabajando mucho y yo les ayudo todo lo que puedo. Hazme caso la tienda no va a cerrar.


 Llega el final del rcorrido. Se abren las puertas y ella sale rápidamente. Se repite en la cabeza una misma frase ``la tienda no va a cerrar´´. Está segura de que el negocio se va a salvar, lo tiene muy claro. Cruza la calle y entra en la tienda.
- ¡Hola cariño! ¿qué tal en el colegio hoy?- le dice, y la besa en la frente. Le hace la misma pregunta todos los días.
- Hola mamá, hoy tngo un montón de deberes así que podríamos darnos prisa y llegar a casa cuanto antes.
- Hola Claudia - la saluda su padre - hoy no hay mucho trabajo en la tienda, así que nos podemos ir ya.
- Ah, y de eso os quería hablar - poniéndo una cara muy seria - ¿la tienda no va a cerrar, verdad?

 Los padres guardan silecio, la miran, y se miran entre ellos.  Van a tener que quedarse un rato más en la tienda.


         FIN DEL PRIMER CAPÍTULO

Espero que os guste. Comentar!! :) Blanca