Ahí está, enfrente de ella. Esos ojos azules. Le
encanta, está claro que le gusta. Llevaban en la feria de la ciudad desde hace
tres horas pero desde que lo ha visto bajar de la montaña rusa no ha parado de
observarlo, ni piensa parar de hacerlo.
-Claudiaa- le dice Lucía despertándola.
-Eh si, perdón.
-Te has quedado embobada mirándole.
-¡Qué dices!- dice Claudia
-Bueno da igual- dice su amiga desesperada- sigue contándome
lo de tu peluquera.
-Nada eso, que es la hermana de Harry- dice mirando de reojo
a Carlos.
-¡Claudia no puedes parar de mirarlo ni un segundo!
No, no puede.
Claudia, Lucía y Danny, el bailarín de la banda, se sientan
en un banco. Lucía le da un codazo a Claudia, y eso sólo puede significar una
cosa: la señal para dejarles solos.
-¡Por qué no vais a la noria mientras que compro unos
perritos?
-Bueno, si a ti no te importa…- dice Danny.
-No pasa nada, ir vosotros, ahora nos vemos.
Lucía y Danny se
levantan y corren hacia la noria. Lucía se vuelve un momento y Claudia lee en
sus labios la palabra: gracias.
Claudia vuelve la
vista hacia Carlos. Desde hace unas semanas sólo piensa en la clase de
Biología, y no precisamente en el tema de las células, si no en él. Quiere que
llegue esa clase para tener oportunidad de hablarle y reírse con él. De repente
se da cuenta de que Carlos se levanta del
banco dónde está sentado y se dirige hacia un amigo. Le enseña su móvil y el
amigo lo coge. Parece que hay un problema con el móvil. Vuelve hacia otro amigo
y hace lo mismo. Cada vez hay más gente a su alrededor, algunas niñas se
acercan y Claudia empieza tener curiosidad.
Se levanta y avanza hacia él.
-¿Qué pasa?- pregunta Claudia a un chico.
- Que ha Carlos se le ha bloqueado el móvil y no le detecta
su huella dactilar.
Se ríe. Sólo le
pasan estas cosas a Carlos. Es así de torpe y eso le encanta. Carlos se da cuenta de que Claudia está allí
y la saluda con la mano. Ella sonriente le devuelve el saludo. Carlos esquiva a
algunas personas y se acerca a ella.
-Prueba a ver si con tu dedo se desbloquea el móvil.
-¿Cómo se va a poder? ¡Sólo se puede con el dedo del
propetario!- pregunta Claudia.
-Por probar…- dice mirándola a los ojos sonriendo.
Claudia coloca la yema del dedo índice sobre la pantalla. La
gente ahora está alrededor suya. Suenan
uno pitidos y…
-¡Se ha desbloqueado!
No puede ser. Está claro que tengo una racha de suerte.
Carlos se acerca más a ella aún.
-El móvil se bloquea
cada 50 segundos ¿no?
Claudia dice que si con la cabeza.
-Pues vas a tener que estar a mi lado todo el tiempo.
FIN DEL CAPÍTULO 9
Espero que os guste:) @miszapasazules
Muy bien blanca. Me gusta tu estilo natural y sacando las emociones de lo cotidiano.
ResponderEliminarTU TÍO FAVORITO.
Me encanta, sigue escribiendo q estoy enganchada. MMar.
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